lunes, 23 de enero de 2017

CSN avala con condiciones la reapertura de Garoña.

Según Eguzki, no exime de la responsabilidad política de autorizarla o no.

Los consejeros deberán ahora dar su visto bueno a la autorización, que estará condicionada a más inversiones
La comisión técnica del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) respalda la reapertura de la central de Garoña, situada a 40 kilómetros de Vitoria y que cerró en 2012. Desde 2014, sus propietarios tramitan los permisos para volver a engancharse a la red. Según se ha podido conocer este lunes, la dirección del CSN ve viable que ésta opere de nuevo. Eso sí, su vuelta a la actividad estaría sujeta a una amplia lista de inversiones que se debería acometer con antelación.
Los cinco consejeros del CSN, tres nombrados por el PP y dos por el PSOE, empezarán este miércoles a debatir acerca de la renovación de la licencia de explotación de la central nuclear de Santa María de Garoña hasta los 60 años de vida útil, tal y como solicitó su titular, Nuclenor.El pleno del CSN, controlado por el PP (formación que avala la reapertura), deberá aprobar este dictamen, cuyo análisis podría demorarse durante varias semanas o meses

El pleno del Consejo de Seguridad Nuclear analizará ahora el informe que puede dar luz verde a la renovación de la licencia, solicitada por empresa Nuclenor para prorrogar su funcionamiento hasta el 2031

Para la reapertura de esta central, que comenzó a funcionar en 1970, el dictamen de la dirección técnica del CSN establece una larga lista de condiciones previas, que los propietarios de Garoña (Iberdrola y Endesa) deberían acometer como paso previo a enganchar de nuevo esta central a la red.
Se plantea positivamente la renovación de la licencia de la central sin un tope máximo de años de renovación. Es una propuesta para prolongar su vida sine die. Una vez que el CSN dé su visto bueno, será el Ministerio de Energía el que dé la autorización definitiva.

   El PP, que contrala el pleno, ha ido allanando en los últimos años el camino para que las centrales puedan sobrepasar los 40 años de vida. Tras el visto bueno del CSN sería el Ministerio de Industria el que debería conceder la autorización final para la reapertura. Este departamento —en la anterior legislatura— dio por hecho que la central volvería a engancharse a la red hasta 2031. Así se recogía en el Informe de sostenibilidad ambiental de la planificación del sector eléctrico 2015-2020, de Industria.

En noviembre, la mayoría de partidos del Congreso pidió al ministro de Energía, Álvaro Nadal, que detenga el proceso de reapertura. Los firmantes —entre ellos PSOE, Podemos y Ciudadanos— reclamaron "un debate" de fondo sobre "la prolongación de vida de las centrales" antes de conceder la autorización a Garoña. La decisión definitiva corresponderá al Gobierno en el caso de que el CSN dé su visto bueno a la solicitud de renovación de la planta, que está parada por motivos económicos, «distintos» a la seguridad nuclear o la protección radiológica
“El funcionamiento de las centrales nucleares hasta los 60 años se está imponiendo por la vía de los hechos consumados”, dice Miguel Muñiz, portavoz del Col·lectiu 2020 Lliure de Nuclears. “El CSN asume una reivindicación de la industria nuclear, y, con la excusa del carácter técnico, deja la decisión de alargar el funcionamiento de los reactores hasta los 60 años en manos de empresas y Gobierno”

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