martes, 1 de octubre de 2013

El problema del cambio climático va a peor

Naciones Unidas, 1/10/2013, (Ecoestrategia).- Contrario a lo que algún sector de la opinión pública, poco informado, pudiese creer, el problema del cambio climático, lejos de solucionarse, se está agravando y las perspectivas a mediano plazo no dejan de ser muy preocupantes para el futuro de la humanidad. Así lo constata el último informe de evaluación, elaborado por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC).

Este documento internacional aprobado a finales de la pasada semana por 110 gobiernos, aporta nuevas pruebas científicas concluyentes de que las actividades humanas están provocando cambios sin precedentes en el clima de la Tierra.

En dicho informe de evaluación participaron también otras prestigiosas instituciones como la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).

Ya en 1988 se confirmó científicamente, en un 95 a 100% de probabilidad, que el calentamiento de la temperatura terrestre producido desde 1950 se deba en gran medida a la influencia humana. Aunque no deja de haber reductos negacionistas del cambio climático, al igual que durante el Renacimiento algunos obcecados también negaban la redondez de la Tierra o la teoría heliocéntrica de Copérnico.

La anterior evaluación del IPCC, publicada en 2007, calificó las pruebas del calentamiento global causado por el hombre como “inequívocas,” o sea, que tienen al menos 9 probabilidades sobre 10 de ser correctas.

El nuevo informe afirma además que si las emisiones de gases de efecto invernadero continúan a un ritmo igual o superior al actual, los océanos, los casquetes de hielo, los glaciares, la biosfera y otros elementos del sistema climático experimentarán cambios, de los cuales algunos muy probablemente sin precedentes en los últimos decenios a milenios.

Para limitar el cambio climático sería necesario reducir de forma sustancial y sostenible las emisiones de dióxido de carbono (CO2) y otros gases de efecto invernadero producidos por diversas actividades humanas, como la industria, el transporte o la ganadería.

Situación sin precedentes

“Las múltiples pruebas confirman que el calor adicional atrapado por los gases de efecto invernadero está aumentando la temperatura de la superficie de la Tierra hasta alcanzar niveles sin precedentes, calentando los océanos, aumentando el nivel del mar, derritiendo los casquetes de hielo y los glaciares, y modificando las características climáticas y los fenómenos meteorológicos extremos”, afirmó el secretario general de la OMM, Michel Jarraud.

“El informe del IPCC demuestra que debemos reducir considerablemente las emisiones globales con el fin de evitar los peores efectos del cambio climático. Además, contiene importantes conocimientos científicos nuevos que pueden utilizarse para ofrecer información práctica y servicios sobre el clima que ayuden a la sociedad a adaptarse a las repercusiones del cambio climático”, manifestó Jarraud.

Por su parte, dijo el secretario general adjunto de las Naciones Unidas y director ejecutivo del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, Achim Steiner, sostuvo que “el cambio climático es un desafío a largo plazo pero que, al mismo tiempo, requiere la adopción de medidas urgentes, que no pueden esperar a mañana, dado el ritmo y la magnitud de la acumulación de los gases de efecto invernadero en la atmósfera y el mayor riesgo de que la temperatura aumente en más de dos grados centígrados”.

Steiner añadió que “es fundamental que de aquí a 2015 las Naciones Unidas adopten un nuevo acuerdo universal sobre el clima, que cuente con el respaldo de iniciativas voluntarias de apoyo orientadas, por ejemplo, a reducir la cantidad de contaminantes climáticos de corta vida como el carbón negro”.

“Aquellos que quieran centrarse en los interrogantes científicos están en su derecho, pero hoy en día lo importante es centrarse en las cuestiones fundamentales y en las medidas prácticas. De lo contrario, los riesgos a que nos enfrentamos aumentarán todos los años”, concluyó el Director Ejecutivo del PNUMA.

Evidencias científicas

La función del IPCC consiste en proporcionar a los gobiernos del mundo información sobre el cambio climático de interés para la formulación de políticas. Su Quinto Informe de Evaluación será examinado por los negociadores encargados de concertar un nuevo acuerdo en el marco de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) en 2015.

Entre las principales conclusiones del informe cabe destacar el hecho de que la temperatura media global en la superficie terrestre aumentó 0,89 grados centígrados (°C) entre 1901 y 2012. Cada uno de los tres últimos decenios ha sido más cálido que todos los precedentes desde 1850. En el hemisferio norte 1983–2012 ha sido probablemente el período de 30 años más cálido de los últimos 1.400 años. Asimismo, el primer decenio del siglo XXI ha sido el más cálido de todos

Por otra parte, las temperaturas medias globales probablemente aumenten todavía entre 0,3°C y 0,7°C durante el período comprendido entre 2016 y 2035. Es probable que, si se promedia la temperatura global en superficie a lo largo del período de 2081 a 2100, supere los niveles preindustriales en 1,5°C o, incluso, en 2°C (depen¬diendo de las emisiones de gases de efecto invernadero en el futuro).

Además, desde 1950 se han observado cambios de numerosos fenómenos meteorológicos y climáticos extremos. Es muy probable que el número de días y noches fríos haya disminuido y el número de días y noches cálidos haya aumentado a escala global y es probable que en gran parte de Europa, Asia y Australia la incidencia de las olas de calor haya aumentado.

Igualmente, el ritmo del aumento del nivel del mar desde mediados del siglo XIX ha sido superior a la media en los dos milenios anteriores. El nivel medio subió en aproximadamente 19 centímetros entre 1901 y 2010 debido al aumento del calentamiento de los océanos y al derretimiento de los glaciares y los mantos de hielo. El ritmo del aumento se aceleró entre 1993 y 2010, y es muy probable que se incremente de nuevo durante el siglo XXI y más adelante.

Y en lo que se refiere a la cubierta de hielo del Ártico, es muy probable que siga menguando y haciéndose más delgada y que el manto de hielo de la primavera del hemisferio norte disminuya a lo largo del siglo XXI a medida que vaya aumentando la temperatura media global en superficie. Según algunos escenarios, el océano Ártico estará casi libre de hielo en el mes de septiembre antes de mediados de siglo.

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